lunes, 19 de julio de 2010

Pensar, escoger y decidir

Me acaba de llegar la inspiración, y vino con una pregunta: Hay alguna formula para tomar siempre la decisión correcta? Alguna forma de no equivocarse al tomar una decisión muy importante?

El problema es que pase lo que pase, decidamos lo que decidamos (ojo hablo de decisiones mas importantes que elegir entre dos pares de zapatos que te gustan mucho o mmmm q voy a cenar hoy??) en algun momento, o muy seguido, nos estaremos preguntando "Habre elegido bien? que hubiera pasado si..."

He oido que lo dificil no es tomar una decisión sino vivir con ella, asi como tambien he oido que (puedo escuchar la voz de mi padre decirlo) "Por eso hay que hacer como los japoneses y estudiar bien los hechos antes de tomar las decisiones" Pero por mucho que hagamos listas, lo retracemos o nos preparemos psicologicamente eso no garantiza que estemos satisfechos con lo que hemos elegido

Mi recomendación... si puedes evitar elegir, hazlo. Si estas entre 2 opciones y no sabes por cual irte busca una tercera. Pero si al final de todo igual tienes que inclinar la balanza hacia un lado u otro, hazlo por ti, haz lo que tu quieras, no lo que otro te diga. Aunque suene muy cliché.

Para mi en la vida no hay errores o aciertos. NO ES UN EXAMEN. Mientras hagas lo que quieras porque TU lo elegiste, la carga siempre es mucho mas ligera que si es porque otro te la impuso.

Asi que suerte a todos en sus encrucijadas... y avisenme si consiguen esa formula ;)

Siempre hay tiempo ;)

Aprovechando el espiritu de a penas estar empezando el blog les digo de una vez que no se de que cosas hablaré en el jajaja pero les aseguro que seran los primeros en saberlo. Pasen de vez en cuando, quien sabe... a lo mejor ven algo que les guste
Es posible que muchos ya hayan escuchado la historia que pongo a continuación pero como es una de mis favoritas la pongo de todas formas y a los que no la han oido espero se vuelva una de sus favoritas.
Un profesor se paró ante sus alumnos de su clase de filosofía y colocó frente a ellos varios objetos. Cuando la clase comenzó, sin pronunciar palabras, levantó un frasco grande de mayonesa vacío y empezó a llenarlo con pelotas de golf.
Luego le preguntó a los estudiantes si el frasco estaba lleno. Todos estuvieron de acuerdo en que sí.
Entonces el profesor tomó una caja con lentejas y las echó en el frasco. Las lentejas rodaron por los espacios vacíos entre las pelotas de golf. De nuevo les preguntó si el frasco estaba lleno. Todos dijeron que sí.
El profesor sacó una cajita con arena y la vació en el frasco. Por supuesto, la arena llenó los espacios vacíos que quedaban. Entonces le preguntó nuevamente a los estudiantes si el frasco estaba lleno y todos respondieron con un sí unánime.
Finalmente el profesor sacó dos tazas de café de debajo de la mesa y también las echó en el frasco, llenando los espacios vacíos que quedaban entre la arena. Los estudiantes se rieron.
“Ahora – dijo el profesor mientras la risa disminuía – quiero que imaginen que este frasco representa su vida. Las pelotas de golf son esas cosas importantes: su familia, sus hijos, su salud, sus amigos, las cosas que los apasionan, o sea las cosas que quedan si todo lo demás se les va, y sus vidas siguen estando completas. Las lentejas son otras cosas que importan, como sus trabajos, sus casas, sus automóviles…. La arena es todo lo demás, las cosas pequeñas.”
“Si meten la arena primero en el frasco -continuó- no quedará espacio para las lentejas ni para las pelotas de golf.”
“Es igual para la vida. Si gastan todo su tiempo y su energía en las cosas pequeñas, nunca les sobrará para ocuparse de las cosas que son verdaderamente importantes. Préstenle atención a las cosas que son indispensables para su felicidad. Jueguen con sus hijos. Abran espacio para las citas médicas. Saquen a su pareja a cenar. Hagan más deporte. Cultiven sus amistades. Siempre habrá tiempo para limpiar la casa y arreglar el desván. Preocúpense primero de su bienestar, de las cosas que verdaderamente importan. Definan sus prioridades. El resto es arena.”
Uno de los estudiantes levantó su mano y preguntó qué representaba el café.
El profesor sonrió y dijo: “Me alegra que me lo haya preguntado. Es simplemente para demostrar que no importa cuán llena parezca estar su vida. Siempre hay tiempo para tomarse un par de tazas de café con un amigo”.